El autor es todo un referente de la ilustración para niños. En La gran pregunta la intencionalidad estética se apoya en un texto de alto contenido y las respuestas constituyen prácticamente un tratado filosófico. Creemos que los pájaros tienen alas para volar pero nada más lejos de la realidad: los pájaros vuelan porque tienen alas. El hombre anhela siempre saber las causas finales de las cosas. Y una vez que las conoce, se tranquiliza y ya no duda. Frente a la gran pregunta, las respuestas son diversas: "Es para celebrar tu cumpleaños por lo que estás en la Tierra, dice el hermano". "Para aprender a confiar", dice el ciego. "Estás aquí para obedecer", responde el soldado. "Para navegar por todos los mares", afirma el marinero. Pequeñas pero contundentes respuestas. Todos los personajes aportan una respuesta posible pero, en definitiva, cada niño cuando crezca tendrá que encontrar la suya propia.